La paternidad de Siri, Sherpa y Cortana está muy disputada pero está claro que sus abuelos fueron los programas recitadores. Y el primero comercializado fue SAM Reciter.

 

¿Cuando fue la primera vez que oíste a un ordenador hablar? Probablemente fue en Mac o Amiga a mediados de los 80 o quizás no lo recuerdes porque para ti es normal que los ordenadores hablen, lean o incluso te escuchen (no como tu pareja).

Yo lo recuerdo perfectamente, y a diferencia de mi abuela Elvira que huyó al ver una televisión en 1964, yo me quedé paralizado de emoción ante la posibilidad de poder dialogar con un ordenador.

Fue gracias al programa S.A.M. Reciter ("software de boca automática" según su acrónimo ortodóncico en inglés) quien en el Atari de 1982 te permitía reproducir cualquier texto que se le programara e incluso modular su voz como si de un coach de la tele se tratara.

 

 

Sin embargo, mi entusiasmo se disipó en minutos. SAM era un programa que devoraba los recursos del chip de sonido SID de mi Commodore 64 y que, cuando llevaba un rato hablando con su chirriante voz, te sangraban los oídos (no volví a sentir aquellas punzadas hasta 2002 que conocí a mi suegra). Además, su inmenso manual requería el dominio de un lenguaje propio cuyas aplicaciones eran muy limitadas.

Aunque IBM ya había conseguido que un ordenador cantara en 1961 la canción Daisy Bell (la misma que HAL 9000 cantó antes de morir) nadie pensaba que fuera necesario escuchar a una máquina. IBM siguió insistiendo y en 1997 ya disponía del IBM Dictator que junto con el Dragon Natural Speaking rivalizarían por dicha tecnología hasta fin de siglo.

En aquella época, la inteligencia artificial parecía que podría conseguir cualquier cosa en muy pocos años. No nos dimos cuenta de que lo imposible de esa ecuación está en la palabra "inteligencia"  y no en la palabra "artificial".

JJ Quest

 

SAM Reciter está disponible para los emuladores de Commodore 64 y Atari 800 de nuestra retroconsola 

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