La mayoría de los microordenadores de los 80 usaban cintas cassette para cargar, pero los usuarios de C-64 tenían Datassette.

 

El telar mecánico acabo con la artesanía textil, la imprenta con el incunable y el político con los burros. Pero los disquettes y CDs exterminaron a la cinta cassette como medio de almacenamiento de videojuegos y albumes del Fary respectivamente.

Hubo un tiempo en el que escuchar el sonido de carga de un juego en cinta cassette constituía uno de los momentos mágicos de la semana.

 

 

Esa melodía (otros preferirán llamarlo ruido) era la espera obligatoria antes de la carga de la última novedad adquirida/copiada (no en ese orden) de un videojuego de Amstrad CPC-464, C-64, MSX o ZX Spectrum.

Algunos podíamos interpretar ese sonido y determinar si la carga sería satisfactoria o si habría algún error que nos obligara a ajustar el azimuth.

¿LO QUE?

El azimuth era un pequeño tornillo situado sobre la cabeza de lectura de las cintas que permitía ajustar su altura y "afinar" la precisión de la carga. Un radiocassette con el azimuth desajustado te hacía oír a Camela como los Pitufos pero para el oído superfino de un ordenador simplemente impedía la carga de los programas.

Así, un buen ajustador de Azimuth era un semidios entre sus amigos. Como si de un afinador de Stradivarius se tratara, acudía a tu casa con su microdestornillador y con altivez daba un par de giros a tu cassette transformando tu tarde de sábado en una tarde de gloria en vez de una de frustación.

Los usuarios de C-64 tenían su propio lector de cintas. Se llamaba Datassette y, en 1984, con su led parpadeante y contador de vueltas no podías pedir más por 19.000Ptas (114,00€).

Una inversión realmente amortizable si en tu perspectiva se encontraba la peregrina idea de copiar programas...

 

JJ Quest

Los emuladores de microordenadores  de nuestra retroconsola replican los tiempos y pantallas de carga de los programas basados en cinta cassette.

 ¡Hazte con una consola juegos antiguos!!